Buceando

Quienes fueron invitados a leer lo siguiente por medio de un mail,
siéntanse aludidos porque este escrito fue concebido para ustedes...

Casi siempre que me siento a ver el tiempo pasar, como cuando el mar hace remolinos de arena una y otra vez en nuestros pies, pienso en la gente que ha caminado junto a mi.
Las manos que me dieron calor de invierno, y cobija, cama y café. Las risas que alimentaron el cariño, el alma.
Recuerdo que ya es costumbre, irme nadando un tiempo sin siquiera sacar las manos para dar señales de vida.
Buceo en una hermosa oscuridad. Bajo más y volteo los ojos arriba, donde hay un gran techo luminoso azul turquesa y recuerdo todavía más allá. Los recuerdo a ustedes. Y sonrío. Y sé que entienden mis paseos submarinos. Solitarios, cotidianos.
Confío en que saben que emergeré en algún momento para decirles cuanto los quiero, cuánto le agradezco al destino el habernos puesto en la misma mesa a jugar.
Dicho lo anterior ansío contarles de mi último recorrido.
Estuve por zonas maravillosas que no recordaba. Otras que no conocía. Caminé descalza y me sentí la piel.
Escuché a mi cuerpo y le entendí muy bien.
Estuve observando mucho.
Afuera y adentro.
Este último lapso de tiempo fue discretamente vertiginoso en general.
De alguna manera uní mi pasado con mi presente. Los días de colegio con guardapolvo blanco tomaron un mismo tono con estos días de gatos y plantas, amor y proyectos. Sin darme cuenta había algunas hilachas de guardapolvo allá lejos, en el tiempo y la distancia. Lejos de mi. De lo que ahora soy. Sin embargo ahora que lo pienso, me puedo tomar un mate perfectamente con Heráclito sentados en la azotea alguna tarde.
Claro que se siente diferente!
El rompecabezas ha tomado una dimensión mucho más clara y eso da tranquilidad.
Entusiasmo.
Estuve en la nieve, en medio del hielo. Sentí allí la blanquísima atemporalidad de este mundo.
Estuve por primera vez en México y Argentina al mismo tiempo.
Estuve en el hermosísimo mar. San Agustinillo fue lo mejor! (Mari!!! Pensé en vos)
Estuve recordando con Elisa muchas cosas que tenía olvidadas, y ahora me hacen tanto bien!
Me enseñó cosas que aprendió en nuestros años de ausencia. Buenas cosas aprendió.


Tenía ganas de compartirlo aquí.
Me van a perdonar, porque yo, así como digo una cosa digo otra,
entonces de pasadita les canto una canción:


No me pregunten
cuando me voy
si a mí me sigue gustando el pueblo dónde soy
Que me perdonen
si yo me quejo
pero me gusta más como la canta Alejo
Soy pacífico, soy caribe
y en Santa Marta juego fútbol con el Pibe
Quiero gritarlo
lo voy hacé
Viva Palenque y viva Pambelé

Ahí llego yo
llego yo y ahí vamo´ a vé
y ahí vamo´a vé
vamo a vé como es gozá
como es gozá
es gozá con el bembé
con el bembé
el bembé africano e´
Mírala....
Y ahí llego yo...
y ahí vamo´a vé...
como es gozá...

con el bembé...



Ahora estoy saliendo a tomar aire un poco porque planeo conocer otros lugares.
Hasta entonces.