Ayer, un año más.

Mi cumpleaños ayer. Una alegría muy grande de sentir a la gente cerca. Uno siente que con el tiempo los amigos pasan como a través de un embudo, sin que nadie lo disponga y poco a poco se van colando como cuando se cierne la harina. Y a veces se siente que han quedado pocos. Pocos cariños sobrevivientes a las inclemencias de la cotidianeidad.
Aquí me encuentro, plena porque mucho o poco he sabido procurar poco o mucho con mi cariño a la gente que ha pisado fuerte (parafraseando a Alejandro Zans) en mi vida.
Me han llovido las llamadas telefónicas y los mails. gente de aquí, de allá, de chiquita y ya de grande se presentó en alguna forma para desarme. en el peor de los casos, una feliz despedida de los 20's.
De los amores cercanos puedo decir que se han lucido con platillos exquisitos, preparados con humor, cariño y dedicación para una cena desordenadamente deliciosa. La anfitriona, una gran amiga, que ya sin duda es de las personas más preciadas para mi, ha sacrificado su casa recién limpiada por Bertita, para quitarme preocupaciones de encima. Gracias a ella y a los cocineros, a los pinches, al ponchador y surtidor de cerveza, al sacrificio que implica regalar tus dos horas de descanso a alguien cuando te la vives en la oficina.
Gracias a todos, todos los que seguro nunca leerán estas lineas, por ayudarme a ver que la vida es lo que uno se construye.
Me han hecho sentir querida, y es algo que estaba necesitando.
Gracias amorcito, gracias gracias gracias gracias graciaaaaaaaaaaaaas. Porque siempre, aunque sea en el último momento estás ahí, siempre, siempre, siempre.
Como verán me he puesto cursi, pero estoy realmente conmovida con muchos pequeños eventos aisaldos, que en conjunto son una sola gran aseveracíon.
EL AMOR EXISTE CHAVOS!